El Sector de Enseñanza de FeSP-UGT exige que se negocie con los delegados/as de Prevención de Riesgos Laborales, Comités de Salud Laboral y, donde no los haya, con las Organizaciones Sindicales representativas del ámbito, las medidas de prevención antes de la vuelta a la actividad presencial en los centros educativos.
Los niños y jóvenes son el grupo de edad que menos problemas de salud están teniendo como consecuencia del coronavirus. Sin embargo, el hecho de que, en general, no padezcan síntomas o que estos sean muy leves, no significa que no padezcan la enfermedad, y, lo que es más importante, que no sean capaces de contagiarla.
En realidad, sí son capaces de ello, y de una forma más peligrosa que los adultos, ya que muchos de los que estén contagiados serán asintomáticos, es decir, que no presentan síntomas de la enfermedad, siendo por tanto más difíciles de controlar e impedir que sigan contagiando a personas sanas.
Esta circunstancia es muy importante tenerla en cuenta si se produjera una relajación del confinamiento y finalmente se decidiera la continuación del curso escolar, y de cara al comienzo del curso 2020/21, puesto que en función de la situación sanitaria, la reanudación de las clases podría suponer un riesgo para la seguridad y salud de los trabajadores del sector.
Hay que tener en cuenta que la peculiaridad de la función docente –y de otros trabajos que se realizan en los centros escolares– hace que haya una gran cantidad de personas en espacios reducidos y con una gran interacción personal. Estas dos circunstancias llevan a que estos trabajadores deban ser considerados grupos de riesgo, pues su probabilidad de contagio es alta.