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En el Ministerio de Transportes, se necesita
siempre, una obediente que no se entere.
La ministra de Transportes confirma que
Correos va a la privatización.
El Ministerio de Transportes, confirma que Correos va a la privatización. La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, dijo todo lo contrario en la tribuna del Congreso de los Diputados, pero se la entendió todo. Excusatio non petita, acusatio manifiesta.
Le empieza a pasar lo que a Putin, dice lo que le dicen sus generales.
SOLO DIJO ESO DE LA PRIVATIZACIÓN CUANDO NI LE PREGUNTARON.
Ante una mesurada, como pocas veces se ha visto, intervención del veterano diputado, ex presidente de la Comisión de Fomento, Celso Delgado, que con la seguridad que da, tener los datos sacados del mismo despacho del presidente de Correos, fue preguntándole a la ministra si sabía lo que pasaba en Correos. Esta se enfadó y se puso a leer.
El resumen de más de 69 preguntas, que le ha hecho el diputado Celso Delgado en nombre del Partido Popular, pero era en el fondo en nombre de UGT y CCOO, al gobierno respecto a la gestión, del muy amigo, del presidente, Pedro Sánchez, Juan Manuel Serrano, fue demoledor y sobre todo exasperantemente largo para la señora ministra, que se levantó calentita a la tribuna, con poco que decir, nada de conocimientos y unos papeles que le habían mandado leer sus generales.
La actuación no fue nada buena, se la entendió todo.
La señora ministra solo añadió, un poco de pobre escenificación, como la amiga que defiende a su amigo Pedro.
Pero enterada no estaba, ni de lo que le habían dicho que leyese.
Su contestación, aderezada además de mal gusto, descubría las cartas de sus jefes y seguramente, no les gustó, porque lo que querían, era credibilidad.
Y los puso en evidencia.
La evidencia es que los sectores de Correos que están por encima, conducen a la sociedad estatal a su privatización.
Cómo José Blanco, ministro también, ese sí que sabía y sabe, condujo a AENA, a su privatización con su presidente Juan Ignacio Lema Devesa, cambiaron el satus de Aena mediante una Ley, y lo único que les pasó, es que perdieron las elecciones, y cogieron un mayúsculo cabreo, porque fue otra «enterada», Ana Pastor, que dictándole órdenes desde arriba, bancos, mal vendió el 49% de AENA. Blanco tiene un amigo íntimo, Orozco, caso Campeón, que sabe mucho de Correos, casualidad.
Ahora la señora Pastor anda buscando un puesto con Feijoó.
Pero es que a los que conducen a Correos como condujeron, AENA, Telefónica o Campsa, a la privatización, necesitan de gente que no se entere de qué va la película, más técnicamente personas con poca competencia.
Pero no tan poca como para descubrir que lo que se está diciendo es justamente lo contrario, por lo burdo de la narración.
La señora Sánchez cometió el error, de ese adagio, de excusatio non petita accusatio manifiesta, porque nadie le había preguntado por la privatización de Correos, pero ella descubrió las cartas, que son justamente a ver si hacemos la privatización de Correos o privatizamos parte de sus ingresos y beneficios, antes de que lo haga la nueva Ana Pastor del Partido Popular dentro de 2 años.
El espectáculo fue tristísimo, no solo por la incapacidad parlamentaria de la señora Sánchez, que podía haber dado el pego con un poquito más de gracia, sino porque simple y llanamente, se vino a confirmar en qué manos está la SEPI y Correos.
