UGT-Servicios Públicos exige la contratación de personal en la Residencia Asistida “Felipe Trigo” de Villanueva de la Serena, para que puedan atenderse adecuadamente todos los servicios
Desde que fue declarada la pandemia de covid-19, los trabajadores sanitarios y sociosanitarios han sufrido más estrés, mayor riesgo de contagio y una responsabilidad enorme por ser los que tenían en sus manos la protección de las personas más vulnerables ante esta enfermedad.
Al principio, había una gran confusión propia de la novedad y emergencia de la situación. Un año y medio después del inicio de la pandemia, no se entienden algunas situaciones que se están produciendo:
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A los trabajadores de los centros sociosanitarios se les exige un resultado negativo para covid-19 si se ausentan del centro de trabajo más de 7 días consecutivos.
Sin embargo, esta instrucción, en la zona de Don Benito-Villanueva de la Serena, supone que los trabajadores deben organizar la forma en la que pueden realizar la Prueba Diagnostica de Infección Activa (PDIA), teniendo que averiguar quién la puede realizar, cuándo y qué trámites previos deben hacer, y, además, se ven obligados a acortar sus vacaciones o tiempo de descanso para tener el resultado el día de la incorporación al servicio (sin compensación alguna).
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En anteriores ocasiones, las PDIA se han realizado en los mismos centros de trabajo antes de la incorporación o se facilitaba el volante para realizarla. Actualmente es imposible hacerlo porque en muchos centros falta personal de enfermería que no es sustituido. Todo ello ocasiona una sobrecarga de trabajo en este colectivo que, como se expone, repercute también en la viabilidad de las pruebas en el centro y, por tanto, en los derechos de los trabajadores.
En la Residencia Felipe Trigo de Villanueva de la Serena, por ejemplo, faltan 4 ATS/DUE por cubrir.
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Cuando se produce un positivo en un centro, el personal que es contacto de positivo es confinado por protocolo (aunque los test arrojen resultado negativo) pero no se sustituye a los trabajadores confinados, por lo que el personal que está de descanso, debe suplir las carencias por “necesidades de servicio”. Esto provoca una carga de trabajo que ya no puede contemplarse como puntual sino que se está estableciendo de forma ordinaria sin contemplarse la posibilidad de sustitución inmediata. Todo ello contribuye al agotamiento físico y psicológico de los trabajadores que empieza a ser insostenible.
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En algunos casos, la distribución de los trabajadores en planilla tampoco ayuda al reparto de la carga de trabajo. En el C.R. Felipe Trigo se da la circunstancia de que la planta destinada a albergar posibles casos de covid-19 está al 50% de ocupación de usuarios en previsión de posibles brotes. Sin embargo, el número de trabajadores asignados a dicha planta es el mismo que en las plantas donde hay el doble de usuarios.
Por todo ello, solicitamos que la Administración sea más precisa a la hora de establecer los protocolos, aclarando la obligaciones y/o recomendaciones a los trabajadores y éstos sean comunicados a las direcciones de los centros.
Asimismo, exigimos la contratación del personal necesario para atender el servicio adecuadamente y para que los trabajadores puedan disfrutar los descansos que les corresponden y que necesitan más que nunca.