ACAIP-UGT DEL CENTRO PENITENCIARIO DE LA PROVINCIA DE CÁCERES Y BADAJOZ SE HAN MANIFESTADO EN CUENCA
Los miembros de la sección sindical de ACAIP-UGT, sindicato mayoritario en prisiones, de la provincia de Cáceres y de Badajoz, han acudido hoy miércoles 20 de octubre a la manifestación convocada en Cuenca con motivo de la reunión anual de directores de los centros penitenciarios dependientes de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.
Es el momento para manifestar el hastío de las plantillas ante quienes toman las decisiones y ante quienes las acatan.
En los últimos años hemos asistido a una serie de compromisos incumplidos por parte de los cargos que asumen responsabilidades en la administración penitenciaria.
En el año 2017 el colectivo de empleadas/os de prisiones comenzó un proceso de movilizaciones sin parangón hasta el momento, con el objetivo de alcanzar unas mejoras necesarias para los trabajadores penitenciarios que llevaban más de 10 años paralizadas. Nada sirvió, los esfuerzos fueron ineficaces, y nos vimos en la necesidad de convocar una HUELGA GENERAL en los meses de octubre y noviembre de 2018. A pesar de la dureza de las movilizaciones, la administración no accedió a abrir la negociación.
Tras la doble cita electoral de 2019 se reactivó la relación entre administración penitenciaria y sindicatos, lo que generó muchas expectativas en el colectivo, más aún con el impulso de una futura Ley de Función Pública Penitenciaria, que recogiera las reivindicaciones de los trabajadores. Sin embargo, desde febrero de 2021, las negociaciones están totalmente paralizadas.
Este acto se enmarca en el conflicto laboral que ACAIP-UGT y CSIF declararon ante el ministro del interior el pasado 23 de septiembre.
Las prisiones de Cáceres y Badajoz no son ajenas a los principales problemas del resto de centros dependientes de la Secretaría General, con un déficit de funcionarios del 15% a esto se suma la falta de personal en áreas tan importantes como sanidad, con una gran escasez de médicos, ATS y auxiliares, o cocina con tan solo un cocinero. No podemos dejar de señalar la falta de seguridad que sufrimos debido no solo a la falta de personal, si no también a la multitud de deficiencias que presentan las instalaciones, que son conocidas desde hace años por la Secretaria General y no hacen nada para solucionarlo.
El personal penitenciario ha demostrado durante los momentos más duros de la pandemia su compromiso y su profesionalidad, sin embargo, la administración penitenciaria sigue menospreciando a un colectivo imprescindible en la ejecución de las sentencias. Es de justicia que se reconozca las reivindicaciones históricas del colectivo, como la condición de agentes de la autoridad, la formación universal, la cobertura de todas las plazas vacantes y la adecuación retributiva a las funciones que se realizan con la adscripción al grupo B del TREBP y la reclasificación de los centros penitenciarios, que suponga el fin de las diferencias salariales de los trabajadores en función del centro donde se preste servicio.
Gracias compañer@s.