Aunque España, con un 46,7 %, se encuentra entre los países que mayor porcentaje de tiempo de trabajo dedica a la docencia directa (más de cuatro puntos por encima de la media de la UE22), el Sector de Enseñanza de UGT denuncia la excesiva carga burocrática que soportan los docentes y que ha ido incrementándose como consecuencia de los sucesivos cambios legislativos, lo que repercute sustancialmente en su trabajo diario al tener que hacer frente a numerosas tareas y documentos tanto de gestión como pedagógicos.
La realidad vivida durante la pandemia, las exigencias y retos que supone la implantación del nuevo modelo educativo por competencias y más individualizado que propone la LOMLOE y la experiencia del profesorado, exigen replantear de forma seria la organización de los centros educativos y la jornada laboral de los docentes para poder llevar a cabo de forma efectiva y eficiente su labor: Preparar sus clases, adaptar las programaciones didácticas al contexto, atender a la diversidad y al proceso de aprendizaje individualizado del alumnado, hacer una evaluación continua real, tiempo para crear y desarrollar nuevos proyectos o la incorporando de nuevas figuras como la del coordinador o coordinadora de bienestar y protección (Ley Orgánica 8/2021) entre otras. El profesorado necesita tiempo para realizar todas estas tareas, y se ve sobrecargado por el exceso de burocracia añadida y las nuevas responsabilidades y tareas, sin que se determine de forma clara cómo y quién debe llevarlas a cabo.
Por otra parte, los recortes educativos sufridos desde 2010, con el aumento de la jornada lectiva y las ratios, con un impacto económico cifrado en unos 1455 millones de euros, ha supuesto en la práctica un aumento de la carga burocrática que soporta el profesorado y un impacto directo al incrementar dichas tareas asociadas. En la práctica, los docentes tienen que realizar multitud de tareas fuera de su horario laboral debido al mayor número de alumnado a su cargo y al aumento de la jornada lectiva mientras se reducen el número de horas complementarias que permiten al docente llevar a cabo el resto de sus tareas y deberes, incrementando el estrés asociado a la profesión, además de complicar la conciliación familiar y laboral.
En la actualidad, mantener la jornada laboral del profesorado mientras se incrementa la exigencia y la carga que soporta tiene como consecuencia inevitable el que la práctica docente se resienta, al multiplicarse las tareas burocráticas, además de la incorporación de otros modelos de enseñanza complementarios con el presencial. En este contexto creciente de burocratización, el malestar entre el profesorado es generalizado, por cuanto se está desprofesionalizando su labor. Se prima la burocracia frente a la pedagogía y el control de resultados frente a la autonomía pedagógica. Se está imponiendo una dinámica de recopilación de datos de todo tipo, sin una finalidad educativa concreta.
Al tiempo, los informes internacionales señalan que los docentes españoles soportan un porcentaje de horas lectivas superior a la media tanto de la OCDE como de la UE22 en el caso de Educación Primaria, y superior a la media de la UE22 en Secundaria.
Por todo ello, el Sector de Enseñanza de UGT reivindica una escuela menos burocratizada, con más tiempo para la docencia, la innovación y la investigación. Las cuestiones que consideramos primordiales para abordar este asunto se pueden concretar en las siguientes reivindicaciones:
- Fortalecer la Educación, y especialmente la Escuela Pública, con políticas que mejoren las condiciones laborales del profesorado.
- Aumentar la financiación educativa: asignar y presupuestar recursos económicos estables, con dotación suficiente para hacer frente a los retos del modelo que propone la LOMLOE y la aparición de las nuevas figuras como el coordinador de bienestar
- Implementar una formación del profesorado que incluya licencias retribuidas por estudios, formación en los centros de trabajo y dentro de la jornada escolar de los docentes, así como una apuesta decidida por los Centros de Formación del Profesorado.
- Actualizar la normativa para que todas las nuevas figuras y tareas a desarrollar recaigan en los perfiles más adecuados, con las retribuciones y reducciones horarias necesarias para que puedan llevarse a cabo de forma óptima y eficaz.
- Modificar los planes de Salud laboral para incluir los factores de riesgo que tiene el profesorado y ayudar a una racionalización de los espacios y horarios de trabajo del personal docente. La sobrecarga y el estrés dentro y fuera del aula también han puesto en riesgo la salud de los docentes (física, psicológica y emocional).
Además, es necesario dotar a todos los centros del personal administrativo y de servicios suficiente para la realización de las tareas no docentes. UGT reclama que se proporcionen medios tecnológicos adecuados que simplifiquen y agilicen los documentos y las tareas de docentes y no docentes, así como una plataforma ágil y sencilla que permita el acceso a los programas y herramientas necesarios para la docencia y la gestión de los centros, facilitando la comunicación entre Administración, centros, docentes y familias.
Es urgente, asimismo, una profunda revisión del sentido y el papel de las asesorías de formación y de la inspección educativa, para que sean realmente acompañantes y colaboradores en las necesidades de formación y apoyo de los centros, así como ofrecer formación pedagógica y de gestión en horario escolar, favorecer la innovación y los intercambios de experiencias y adecuar tanto los horarios de los cargos directivos al número de grupos -con el fin de garantizar una mejor gestión- como actualizar la jornada laboral del profesorado a la nueva realidad: teletrabajo, aulas virtuales, docencia online, etc.
Y, sobre todo, es necesario aumentar las plantillas docentes y reducir las ratios y las horas lectivas para poder llevar a cabo una mejor atención individualizada del alumnado, desarrollar el aprendizaje competencial que promueve la LOMLOE y generar proyectos educativos innovadores en nuestros centros educativos.